Elegir una puerta adecuada para tu garaje es imprescindible, puesto que proporcionará un acceso seguro y fácil a tu garaje. Por eso es tan importante tener en cuenta como se verá la puerta desde la acera.
Las puertas de garaje son de acero, madera, aluminio o fibra de vidrio. Aunque cada una de estas tiene sus beneficios, el acero y la madera son los materiales favoritos.
Puedes tener ventanas en la puerta para darle un toque decorativo y para agregar luz a un garaje oscuro. Las ventanas podrán ser normales o de cristal único y teniendo en cuenta el aislamiento de las puertas, es bueno pedir un doble acristalamiento.
Los resortes de torsión distribuirán el peso de la puerta de manera más uniforme y no se romperán o saldrán como lo haría un resorte de extensión. Los resortes de extensión son más baratos, pero es mejor instalar resortes de torsión por ser más seguros y fiables.
Tal vez la opción más atractiva de todas es el operador automático. Los operadores de hoy en día tienen motores resistentes con garantías de por vida y muchas otras características:
- Dispositivos fotoeléctricos de seguridad que detendrán la puerta al cerrarse si un haz de luz invisible es interrumpido por el coche, por algún animal o por un niño
- Transmisores en miniatura que caben en un llavero
- Un código único y personal que se programa en el transmisor
Las puertas de acero de garaje son mucho más fuertes y seguras que las de madera, aluminio, fibra de vidrio u otros materiales.
Gracias a las nuevas tecnologías que permiten la grabación en relieve en los metales con vetas de madera, además de nuevos recubrimientos duraderos, las puertas de acero son el rival de la madera sin los problemas de mantenimiento. Además, no se tuercen, rajan, astillan o desintegran debido a los efectos del clima.
La madera es preferida más por su aspecto natural, la asequibilidad y la facilidad con que se arregla, que por su durabilidad. Dado que la madera se expande y contrae, exige un mantenimiento regular.
Foto: Asolec